" El hombre "

El hombre,
encumbrado en sus pensamientos,
miraba hacia el mar.
El azul,
reflejando la verdad,
tenía un color muy intenso.
La tarde era silenciosa
y las nubes dormían.
Le fluían destellos del alma
y la mirada la tenía ansiosa.
El aire,
perfumado de violetas,
impregnaba a todos los sentidos.
Las ventanas,
se abrían a lo vivido,
giraban las penas como veletas.
Los árboles,
arropaban su tristeza;
que de todos sus poros fluían.
De sus ojos,
lágrimas salían;
pues se le escapaba su entereza.
Para sus penas,
sólo pedía descanso.
Sólo un pequeño remanso
para descansar,
de las pesadas cadenas.
¡ Y al Dios de los olvidados ¡
Como algo muy sentido,
que le nuble la mente
para conseguir olvido.

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